“Vaca Muerta Norte” es el oleoducto que YPF inauguró el año pasado y permitió incrementar de una forma notable el transporte de petróleo de la cuenca neuquina. El oleoducto troncal de 24 pulgadas tiene 150 kilómetros de tuberías que van desde el área de La Amarga Chica hasta Puesto Hernández. Desde allí, el crudo tiene dos caminos posibles: abastecer a la refinería mendocina de Luján de Cuyo, o ser exportado a Chile a través del Oleoducto Trasandino (Otasa).

Pero la obra no termina ahí: contempla además la construcción de dos tanques de almacenamiento y un tercer tanque que contiene el agua y el sistema contra incendio. Hablamos de la playa de tanques más grande de Vaca Muerta, pensada para poder sumar más tanques en el futuro.

Cada uno de esos tanques tiene 60 metros de ancho (media cancha de fútbol profesional) y 12,5 de alto. Sobre ellos están construyéndose domos geodésicos de aluminio, que frente a los techos tradicionales presentan varias ventajas: resultan livianos, fáciles de instalar, tienen cero mantenimiento, repelen vientos y permiten el deslizamiento de la nieve.

YPF confió la inspección de la obra completa a JPS Argentina, que hoy está presente en la zona con su equipo de inspectores especialmente capacitados para verificar que el proyecto se realice de acuerdo a normas, planos y procedimientos.

Inspeccionamos las grandes obras del país para que sean seguras y confiables.

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